1.1.1 LA ILUSTRACIÓN

La Ilustración es una de las distintas corrientes que se dieron en la época moderna, esta corriente llena todo el siglo XVIII y también se le conoce como Iluminismo o época de luces porque en efecto, intento iluminar, aclarar o ilustrar todo por la vía de la razón, superando el dogmatismo y aquellas ideas que no sean compatibles con la ciencia y con la racionalidad. En este periodo surge una filosofía optimista que tiene gran confianza en la razón para organizar la vida y la sociedad en beneficio de la humanidad.

La ilustración se origina en Inglaterra dentro del ambiente de tranquilidad que surge después de un período revolucionario, de Inglaterra pasa a Francia donde se radicalizó más, repercutiendo en las principales ideas que asumirá la revolución francesa

La Ilustración francesa es concebida por muchos como una crítica al cristianismo o mezcla de hostilidad que toma a la Iglesia como enemiga de la razón propugnadora de la intolerancia. La Ilustración francesa presenta diferentes facetas, desde el deísmo de Voltaire y Diderot, al ateísmo de Holbach y el materialismo de Cabanis.

Los filósofos franceses del siglo XVIII se caracterizaron por su enemistad hacia el sistema político existente dando, como ya mencionamos, pie a la Revolución y al establecimiento de la democracia burguesa, aunque llevados por la defensa de la razón, considerada como el mejor instrumento para entender el mundo del hombre.

Oponiéndose a la Edad Media, los filósofos de la Ilustración pretendían formar una nueva cultura. Ellos creían en el progreso marcado por el desarrollo de las ciencias, influidos por el pensamiento inglés (Locke y Newton). Los ilustrados estaban convencidos de que el mejor camino era la observación que remite a los fenómenos y nos permite acceder al conocimiento de las leyes y causas de los mismos para, después llegar a principios universales que les posibiliten examinar los hechos. O sea que aceptaban un empirismo a demás de un racionalismo

Dicho empirismo derivó, en algunos casos, en un positivismo, por lo que no creían en una metafísica al estilo medieval sino en una racional que sintetizaba los resultados de las ciencias empíricas. Algunos de estos filósofos reflexionaron acerca de lo fisiológico y lo psíquico del hombre, hasta llegar a un materialismo; intentando desarrollar una cienciadel hombre al estilo de la Física de Newton además de separar la Ética de la Metafísica y de la Teología –desde el Idealismo ético de Diderot hasta el Utilitarismo de la Mettrie-; al mismo tiempo otros pensadores sostenían un deísmo, como Voltaire cuando sostenía: “si Dios no existiera habría que inventarlo precisamente en bien de la armonía moral de la sociedad”.1

Otra característica de estos pensadores es que no eran propiamente profesores de Filosofía en las universidades sino que se dedicaban a otras tareas de actividad científica, puesto que la Filosofía no era por entonces una profesión académica. Citemos a continuación algunos pensadores representativos de la Ilustración:

Pierre Bayle (1647-1706) fue quien más influyó en la preparación de la Ilustración. Sostenía que el hombre era un ser racional y autónomo que no necesitaba de creencias religiosas para desarrollar una vida virtuosa. Montesquieu (1689 – 1755) aplicó el método inductivo para entender los fenómenos sociales y encontrar los principios del desarrollo histórico. Esto se manifiesta en su obra Del espíritu de las leyes, donde sostiene que las condiciones ambientales influyen en el carácter de los pueblos; afirmó la existencia de una ley moral natural anterior a toda ley positiva y propuso que la libertad humana es limitada por las leyes; que la libertad política implicaba la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial para actuar como contrapesos unos de otros con el fin de evitar el despotismo y el abuso tiránico del poder. Esta obra se inspiró en el sistema inglés y pretendía adaptarlo al sistema francés para corregirlo. Otros de sus obras fue “sobre las causa de la grandeza y decadencia de los romanos”, donde observa que el auge de las naciones se basa en la libertad política.

Este pensador influye notablemente en la preparación la Ilustración sostenía que el hombre es un ser racional y autónomo que no requiere de creencias religiosas para llevar una vida honesta y virtuosa, su ética, entonces, prescinde de la religión, Escribió un voluminoso diccionario histórico y crítico, donde hace una hace una aseveración muy fuerte a la filosofía tradicional, o sea a la que se da en la edad Media. Considera que los dogmas religiosos son incompatibles con los conocimientos que brinda la razón y la ciencia. Además Bayle sustentaba ideas liberales ya que defendió la separación de la Iglesia y el Estado, abogando por la tolerancia, principio sostenido por los filósofos de la Ilustración

Voltaire, cuyo nombre original fue Francoise Marie Arouet (1694-1778), sostenía la existencia de Dios puesto que al observar la naturaleza se podía inferir la existencia de un creador inteligente, aunque rechazaba la existencia del alma espiritual por considerarla una hipótesis metafísica innecesaria para cubrir nuestra ignorancia; sin embargo, sostenía la existencia de una libertad de indiferencia y una espontaneidad; siendo la primera el resultado de nuestra volición cuando no hay algún motivo que incline a la voluntad, producto de la comprensión o del instinto.

La voluntad está encausada, sin embargo los actos libres se dan cuando se tiene la oportunidad de hacerlo o no. Por lo que se es libre cuando se tiene el poder de llevar a cabo la acción que se deseaba. Pero este determinismo no descarta la existencia de una ley moral entendida como conciencia de la necesidad, pues existen leyes naturales conforme a las cuales actuamos los seres humanos en todo el mundo, ya que Dios nos ha dado ciertos sentimientos que dan origen a las leyes fundamentales de la sociedad humana.

1 Copleston F.: Historia de la Filosofía. t. 6. Ariel, Barcelona, 1987, p. 19.

Por otra parte, este filosofo francés, se muestra como defensor de la libertad política pues creía en la existencia de los derechos humanos, mismos que el Estado debía respetar.

Dicha libertad correspondía a la libertad del pensamiento y de expresión. Voltaire se reía de la igualdad que proponía Rousseau pues consideraba que el pueblo siempre seguiría siendo ignorante. Creía en la monarquía Ilustrada defendida por los filósofos de la época, la cual debería ser tolerante y benévola, brindar las condiciones de libertad acabando con el poder de la Iglesia y sustituir el dogma y la superstición por la Ilustración; no propugnaba una revolución social sino una reforma del sistema de gobierno, por lo que el progreso significaba acceder al reino de la razón, al progreso intelectual, científico y económico, pero no político.

Claude Adrien Helvetius (1715-1771) fundó una teoría utilitarista de la moralidad donde sostenía que las virtudes son las acciones útiles al público y acordes al interés general, por lo que la norma de moralidad es el interés común. El modo de implantar el interés común es la educación, pero ésta no se puede lograr por la existencia de la imposición del clero y por el hecho de que los gobiernos son imperfectos o malos, lo que conlleva a resquebrajar el poder del clero y a reformar el sistema de gobierno mediante una legislación adecuada.

Aunque se tiene la idea de que la ilustración exalta la razón; sin embargo, son las pasiones y los sentimientos controlados por la razón los que impulsan el progreso.

Recordemos que el progreso, la libertad y la confianza en la razón humana son las ideas principales que se dan en la Ilustración.

Juan Jacobo Rousseau (1712- 1778), es sin duda una de las grandes figuras, más importantes de la Ilustración. Sus principales obras son: “confesiones” de carácter autobiográfico; “Discurso acerca del origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres” “ la nueva Eloisa”, “Emilio o de la Educación” y el contrato social”, obra que va a repercutir considerablemente en los teóricos del liberalismo y en los pensadores y caudillos de la Independencia en Latinoamérica.

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Juan Jacobo Rousseau (1712-1778)

El pensamiento de Rousseau contrasta con el de sus contemporáneos ilustrados ya que fue uno de los primeros en criticar la racionalidad inclinándose por los sentimientos, los

que considera la parte más noble del ser humano. De acuerdo con ello sostiene una concepción originaria y natural de la vida, una vuelta ala naturaleza. Para Rousseau el hombre es bueno por naturaleza y lo que llamamos “civilización” es lo que nos aleja de la propia naturaleza desvirtuándonos y pervirtiéndonos. Por naturaleza entiende el pensador Ginebrino, una vida sencilla, pura, no contaminada por los convencionalismos sociales. Su doctrina política esta plasmada en “El Contrato Social”, su obra más conocida e importante; piensa que la sociedad es un convenio o pacto que se establece entre los hombres. La voluntad general que surge por procedimientos democráticos, es el origen de la soberanía y de las leyes; los gobernantes no deberán tener poderes absolutos como sucede en las viejas monarquías, sino que pueden ser removidos por los ciudadanos cuando éstos no cumplen con su cometido. Así, cada ciudadano no debe ser solo objeto, si no también sujeto de poder.

Por otra parte el autor del contrato social considera que es preciso reformar la vida social con forme a un principio de igualdad jurídica y de libertad personal(idea esencial del liberalismo que se desarrollara en el siglo XIX). Tales reformas solo serán posibles mediante la educación. Este tema, el de la educación, es abordado por Rousseau en otra de sus obras importantes: “El Emilio”, donde una de sus ideas es la formación del niño a partir del respeto a la naturaleza pues “todo sale perfecto de las manos del autor de la naturaleza”, sin embargo todo se degenera o deforma por la intervención del ser humano creando artificios que desvirtúan la espontaneidad y frescura que reina en la propia naturaleza.

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